Pregunta
de M. de Colombia: Rab, le envío un video del Dr Angel Gracia promotor del agua
de mar. Yo la consumo desde hace 3 años con muy buenos resultados, a mi esposo
le controló la presión arterial y a mi me ha servido muchísimo para la artritis
reumatoidea me ha evitado de tomarme más de 300 pastillas en el mes.
Respuesta: Estuve estudiando este
tema con el material que me has enviado. Es verdad todo lo que dice acerca de
la necesidad de los minerales que se encuentran en baja concentración en el
cuerpo y los seres vivos en general, que se encuentran dentro de los llamados
micronutrientes. Seguramente con el agua de mar se pueden suplementar algunas
esas carencias y así solucionar algunos síndromes - enfermedades. Hay dos
problemas que veo: por un lado el agua de mar está muy contaminada con desechos
de las cloacas de las ciudades y la industria, el petróleo derramado, etc.
Contiene demasiados tóxicos, como metales pesados y sustancias no degradables,
y que están en el agua y los animales y plantas que hay en ella. Por eso
nosotros utilizamos para esa finalidad, aunque en cantidades muy pequeñas al
principio, la sal negra de la india, y mejor del himalaya, (no confundir con la
sal rosa) que contiene toda cantidad de minerales que se encuentran también en
el agua del mar, pero que no está contaminada por haber estado dentro de la
Tierra desde antes que el mundo se contamine. Además por su origen volcánico
tiene azufre que es desintoxicante y necesario para el metabolismo de las
proteínas y lípidos.
Pero todo eso no tiene ningún
efecto si no cuidamos nuestra salud en forma holística, integral, tanto física,
como psíquica y espiritual. Con alimentos saludables, puros y frescos, según el
lugar y la estación, libre o con muy poca cantidad de productos refinados y
animales, ejercicio y trabajo moderado, respiraciones, buenos pensamientos,
sueño suficiente, meditaciones, estudio, y todo con la intención de dedicar
nuestra vida al servicio para el cual el Creador nos puso aquí, hacer de este
mundo una morada digna del Rey. A Él le tenemos que pedir todas nuestras
necesidades y las envía de acuerdo a sus caminos y nuestro esfuerzo. Estudiar
Torá, rezar a Dios cada día, cumplir sus preceptos en la acción. Esto nos lleva
a refinar nuestro cuerpo, pensamiento, emociones y acciones y así el mundo que
nos rodea. Bendiciones desde la Tierra de Israel
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